Radiadores o suelo radiante: Cuál es mejor en una reforma
Cuando reformas tu casa, elegir el sistema de calefacción adecuado puede marcar una gran diferencia en confort, eficiencia y costes a largo plazo. Dos de las opciones más comunes son los radiadores y el suelo radiante, y aunque ambos cumplen la misma función, lo hacen de formas muy diferentes. La elección entre radiadores o suelo radiante no tiene una respuesta única. Todo depende del tipo de vivienda, del presupuesto, del sistema de energía que utilices (como aerotermia o caldera de gas) y de tus preferencias de confort.
En este artículo te ayudamos a comparar sus características clave: cómo calientan tu hogar, cuánto consumen, qué obra requieren, cuánto cuestan y en qué casos conviene más uno u otro, y si necesitas ayuda solo contactamos y te conectaremos con un profesional o empresa.

Tabla comparativa: Suelo radiante vs radiadores:
Característica | Suelo radiante | Radiadores |
---|---|---|
Tipo de calor | Uniforme desde el suelo | Concentrado en zonas puntuales |
Estética y espacio | Invisible, no ocupa espacio | Visibles y ocupan parte de la pared |
Consumo energético | Bajo, ideal para baja temperatura | Medio-alto, depende del tipo de caldera |
Compatibilidad con aerotermia | Muy alta | Media |
Tiempo de respuesta | Lento (inercia térmica alta) | Rápido |
Precio instalación aprox. | 40–70 €/m² | 25–50 €/unidad |
Obra necesaria | Sí (obra húmeda o en seco) | No en reformas simples |
Mantenimiento | Bajo | Bajo-medio |
Coste de instalación y mantenimiento: Cuánto cuesta cada sistema
Sistema | Precio instalación | Mano de obra | Mantenimiento anual |
---|---|---|---|
Suelo radiante | 50–65 €/m² (media: 57 €) | Alta (reforma integral, levantar suelo) | Muy bajo (50–80 €/año) |
Radiadores | 90–120 € por unidad | Baja (instalación sencilla) | Bajo-medio (80–120 €/año) |
Productos recomendados:
Qué sistema de calefacción se adapta mejor a tu vivienda:
Cómo funciona el suelo radiante:
El suelo radiante utiliza una red de tuberías instalada bajo el pavimento por donde circula agua caliente a baja temperatura. Esto permite calentar la vivienda de forma uniforme, desde el suelo hacia arriba. La sensación térmica es muy agradable y constante, sin zonas frías ni corrientes de aire.
Además, al funcionar con agua a temperaturas entre 30 °C y 45 °C, es muy eficiente y compatible con sistemas como la aerotermia o las calderas de condensación, reduciendo el consumo energético.
Cómo funcionan los radiadores:
Los radiadores calientan el ambiente emitiendo calor desde un punto fijo. Lo hacen mediante convección y radiación: el aire caliente sube y el frío baja, generando un ciclo que calienta la habitación. Funcionan con agua a mayor temperatura (60 °C a 80 °C), por lo que requieren más energía.
Son más visibles y ocupan espacio, pero ofrecen una instalación más rápida y económica. Además, su respuesta térmica es inmediata: calientan rápido cuando se encienden.
Eficiencia energética y confort: Qué sistema es más eficiente
El suelo radiante destaca por su eficiencia. Funciona con agua a baja temperatura, lo que reduce el consumo energético hasta un 30 % en comparación con los radiadores tradicionales. Además, al calentar desde el suelo, el calor se distribuye de forma uniforme y constante, sin corrientes de aire ni puntos fríos.
Los radiadores, por su parte, calientan más rápido cuando se encienden y permiten regular la temperatura por estancia con facilidad. Aunque consumen más energía, son prácticos en viviendas donde se necesita una respuesta térmica inmediata.
Funcionamiento con sistemas de baja temperatura:
Si vas a instalar aerotermia o energía solar térmica, el suelo radiante es la opción más eficiente. Está diseñado para trabajar con temperaturas bajas sin perder rendimiento. En cambio, los radiadores convencionales no son tan eficaces con este tipo de sistemas, y para adaptarlos es necesario instalar modelos específicos de baja temperatura, lo que puede aumentar el coste total de la instalación.
Se pueden combinar suelo radiante y radiadores:
Sí, es una opción perfectamente viable y cada vez más común, sobre todo en viviendas de varias plantas o con diferentes usos por zonas.
Una combinación habitual es instalar suelo radiante en la planta baja, donde se busca mayor confort y se puede integrar durante una reforma integral, y radiadores en la planta superior o dormitorios, donde se necesita una respuesta térmica rápida y la intervención en la obra es menor. ¿No sabes qué combinación es mejor para tu vivienda?. En Resolvio te ayudamos a encontrar a los mejores profesionales para tu reforma. Déjanos tus datos y te conectamos con profesionales.